Este breve ensayo de Stéphane Hessel (93 años, diplomático, escritor y antiguo miembro de la Resistencia francesa) llama a la juventud a revelarse, a indignarse y a recuperar los valores de la Resistencia, "l'esprit de la Résistance" que según él nuestra sociedad ha perdido. Puede que las razones para actuar no sean tan claras como antes, pero como él dice "cherchez et vous trouverez". Desigualdades sociales, la violación de los Derechos Humanos, el trato a los inmigrantes, la protección del planeta, la dictadura de los mercados son algunos de los motivos por los que según el autor todos deberíamos reaccionar.
"Mi obra exhorta a los jóvenes a indignarse, dice que todo buen ciudadano debe indignarse actualmente porque el mundo va mal, gobernado por unos poderes financieros que lo acaparan todo".
"En nuestra época teníamos un adversario claro: Hitler, Stalin. Y dijimos 'no'. Ahora, el enemigo es más difícil de encontrar. Pero es igual de importante decir 'no'. Hay que resistir otra vez. Nosotros nos jugábamos la vida. Pero los jóvenes de ahora se juegan la libertad y los valores más importantes de la humanidad".
El libro, de 32 páginas, está siendo un éxito en Francia dónde ha vendido más de un millón de ejemplares y va a ser traducido a varias lenguas. Llega el próximo 22 de marzo llega a las librerías españolas, el precio se desconoce, aquí en Francia cuesta 3 euros.
Personalmente creo que el libro merece ser leído, no aporta nada que no sepamos, los temas que trata son de sobra conocidos y aparecen regularmente en los medios de comunicación. Sin embargo, lo que hace particular a este libro y quizá sea la causa de su éxito es en primer lugar su brevedad; en segundo lugar y más importante, es la identidad y la autoridad moral de la persona que transmite este mensaje. El hecho de que sea un antiguo combatiente de la Resistencia, que luchó contra el nazismo, que fue capturado y torturado por la Gestapo para luego ser enviado al campo de Buchenwald y más tarde al de Rottleberode del que finalmente consiguió escapar, alguien que participó en la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Es decir, una persona que ha peleado por hacer de este mundo un sitio un poco mejor donde vivir es la que con 93 años nos da un toque de atención a los jóvenes para que no nos quedemos indiferentes. Indignez-vous! ¡Indignaos!
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